Aunque es cierto que trabajar en ti y en tu desarrollo personal te ayuda a entender y gestionar mejor las emociones, no por ello las que menos nos gustan dejamos de sentirlas o desaparecen como por arte de magia.
Estamos diseñados para sentir y, además, sabemos que las emociones siempre llegan como consecuencia de los pensamientos que hemos tenido antes, ya sean conscientes o no.
Y muchas veces son esos pensamientos inconscientes los que nos llevan a sentirnos mal sin saber porqué.
Pero no es necesario agobiarse tratando de averiguarlo.
A veces simplemente permítete sentir, escuchate y deja que los sentimientos lleguen y pasen, tratando únicamente de evitar en lo posible aquellas respuestas reactivas que puedan empeorar la situación.
Por lo demás solo siente y no te culpes.
Estamos en proceso de aprendizaje continuo y todo lo que nos pasa tiene, como último objetivo, hacernos crecer 😉✨
Gracias por leerme
Añadir comentario
Comentarios
Cuanta razón en tus palabras,como siempre muy inspiradoras.