No hay mayor ignorancia que creer que el enjuiciamiento y la crítica hacia los demás no tienen ningún efecto sobre nosotros.
Aquello que vemos en los demás refleja lo que tenemos que trabajar en nosotros mismos y prestarle atención continuada acaba por crearlo en nuestra propia vida.
No se puede tener una existencia plena y feliz enfocándose en los supuestos fallos de los demás.
Es absolutamente necesario ser consciente de en qué ponemos nuestro foco, nuestra energía, y el bien más valioso que tenemos, nuestro tiempo, y renunciar al título de "juez universal".
Creer que podemos, de manera genuina e imparcial, opinar sobre los actos de otros sin que ello afecte a nuestra existencia, solo demuestra la más profunda ignorancia sobre cómo funciona la vida.
Y la manera en que esta cambia cuando dejas de actuar como juez de todo y de todos empieza por una mayor tranquilidad, llegando a mejorar tu salud física y tu bienestar general.
Y, como dice el gran Borja Vilaseca, "no me creas nada; compruébalo" 😉✨
Gracias por leerme.
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