Todo ser humano posee dentro de sí un potencial tan grande que podría transformar por completo su vida.
El problema es que la mayoría no se lo cree.
Si tú y yo tuviéramos la oportunidad de estar frente a frente y mantener una conversación pura y sincera, te diría que yo lo veo en ti y, probablemente, tú me dirías que no es cierto o que exagero, porque es muy común no creernos capaces o sentir que no valemos lo suficiente.
Y hasta cierto punto es normal.
Vivimos comparándonos y esperando el reconocimiento de los demás para sentirnos valiosos cuando, en verdad, ya lo somos.
El Efecto Pigmalión dice que las creencias y expectativas que otras personas tienen sobre nosotros afectan al modo en que actuamos y, por ende, a nuestros resultados.
Y por eso es de vital importancia no proyectar en los demás nuestros miedos y frustraciones.
Es verdaderamente gratificante decirle al otro que puede, que vale, que lo va a lograr porque sabe hacerlo o porque encontrará la manera.
Motivar a los demás es una de las mejores actitudes que podemos tener en la vida y, créeme, no estarás exagerando ni mintiendo, porque si dejas de lado tus propias limitaciones y carencias, podrás ver la grandeza y el potencial que hay en el otro.
Y, como espejos que somos, estarás viendo el reflejo de tu propio potencial 😉✨
Gracias por leerme.
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Comentarios
Precioso escrito,muy inspirador.
Eres la mejor 💙